Contar pasos
que no se dan.
Pasos muertos de la noche.
Pueden volverse a hacer
si caminas mil veces
por el mismo sitio.
Contar los pasos del sinolvido.
Recurrir al olor,
a la presencia del día de la muerte,
olvidar que revives el siguiente día,
y el siguiente, y el siguiente,
hasta volver a morir.
Anhelando pronto morir
un día.
Recurrir a la poesía,
a la música del día de la muerte,
recordar el baile en el vacío,
en la oscuridad, en el abrazo.
Joselyn Revelo



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