Cuando nos miramos,
ya empezamos callados a hablar,
cuando charlamos,
nos comenzamos parados a besar,
cuando nos tocamos,
nos echamos extasiados a la mar,
cuando nos enfadamos,
rompimos frustrados la realidad,
y al despedirnos contrariados,
supimos que nos veríamos más.
José Javier Martínez Miñarro
