Vayámonos lejos
me dijiste
tan lejos que veamos diminuta
la rutina
donde nada tenga un halo
de resaca, de cansancio
de grisáceo atormentado
allí donde los segundos
se tornen abrazos eternos
y mágicos.
Vayámonos pronto
dijiste
pero tendrá que ser
rápido
podríamos perder el momento
y volvernos dos seres trágicos.
Sin teléfonos, sin portátiles
sin relojes
tu mano en mi mano
tornando así un triste cuarto
en el paraíso de dos humanos
que solo buscan calor
que solo buscaban algo
que les hiciese sentir el mundo
un poco menos amargo.



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