Alguna vez fuimos puntos de una circunferencia,
en nuestro afán de acercarnos nos hicimos cuerda,
sintiéndonos tan atraídos y a la vez tan lejanos,
entre mediatrices trazamos una justa confluencia,
en el epicentro, todo lo soñado fue fulgor y quimera,
y luego, diametralmente opuestos, para siempre aislados.

Hermosas escrituras.
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¡Muchas gracias! Un abrazo
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