Y el viento,
que antes era rojo,
ahora llora por nosotros.
Se rompe,
contrae sus músculos
a la vez que respira
por tus párpados,
quieto,
pero intranquilo.
A lo mejor es que me he equivocado
y nacer poeta
no es suficiente
para vivir de la nostalgia,
para hacerse eco entre jarrones
de flores secas,
muertas,
que antes fueron nómadas
y no nos esperaron para marchitarse.
Y el rayo,
que antes fue riente,
ahora hiere en nosotros.
Se cansa,
abraza sus esquinas
a la vez que tiembla en tus heridas,
preocupado,
pero paciente.
Contemplé una vez un lugar
que fue casa mía,
donde me di cuenta
de que llevo,
pegado al alma,
un abrigo de mayo eterno.
nacer poeta nunca es suficiente…siempre nos falta…materialidad…exceso de melancolía que nos hace sombras…besos al vacío
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Maravilloso. Enhorabuena y muchas gracias.
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