Ahora, que les echan el candado
a los comercios, a los bares, a los museos,
que no quedan lugares donde escondernos.
Ahora, que la ciudad está desierta
y no me verás llegar desde la plaza.
Ahora, que nadie queda ahí fuera,
deambulo mentalmente por tus calles,
recorro de nuevo las distancias que nos separan,
pongo los relojes en hora, también el tiempo
parada en los semáforos.
Ahora, como si fuera la primera vez que vamos a vernos.
Lo preparo todo. No quiero llegar tarde.