La tarde

Cuando el último destello extiende sus alas sobre la tierra
y los últimos rayos luminosos se pierden más allá del horizonte,
un espeso manto cubre los campos de penumbra
y el brillo de la luna permanece oculto
esperando la llegada de la noche.
Cuando los ríos celestes comienzan a surgir
y las nubes bajan para tocar el aire,
una húmeda brisa recorre la llanura
con un leve murmullo que rompe el silencio.
Cuando el rosado terciopelo que une el cielo y la tierra
se degrada en profunda oscuridad,
la tarde expira su último aliento.

2 respuestas a “La tarde”

  1. Avatar de Henri Berger Martín
    Henri Berger Martín

    ¡Bravo, bravo y mil veces bravo! Sublime cuadro es el que pintas, compañero; con exactas pinceladas de palabras. Hoy en día son contados los poemas que producen un placer estético, y tu entrada es uno de ellos. Todavía más gloriosa es tu empresa que la has logrado sin recurrir al artificio de la rima, cosa por la que te envidio.

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    1. Avatar de Adolfo de Paz

      Muchas gracias por tu comentario. Siempre cerca de la prosa poética, pero tan fanático de Valéry como de Baudelaire. Sin embargo, no dejan de asombrarme tus arquitecturas poéticas con rimas eficaces perfectamente construidas, que yo no puedo hacer, y tan llenas de contenido.

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