Sombra cernida en el camino
por el que te veo llegar.
Las nubes pasan aprisa,
el sol se nubla.
El silencio me aprisiona
y no puedo hablar.
Las sombras crecen en mi mente.
Me empujan, me quieren echar…
Lucho con todas mis fuerzas.
No me quedan ganas.
Solo un polvo brillante
disperso en la oscuridad.
Una brisa de aire fresco
me devuelve la cordura,
y lo que antes era oscuro
se empieza a iluminar.
Trazos de bellos colores
decoran el horizonte:
Rosas, ocres y dorados
en armonía natural.
Sin querer ya no estoy triste.
La razón ha vencido
al vacío…
Y se llevó la ansiedad.
Nací libre como el viento
y moriré en libertad.
Disfrutando cada momento,
hasta que deje de respirar.