Qué les importará a ellos
lo que mi corazón siente
y por quién lo hace,
qué el hecho de ser mis besos
el refugio de tus labios.
Qué les importará a ellos
que en nuestra tragedia
no exista una Julieta
y sea la historia de dos Romeos;
acaso no será el mismo veneno
el que acabará con nuestras vidas,
si decidimos tomarlo,
el mismo que mató a ambos
al final de aquella Shakespeariana historia.
Qué les importará a ellos
si veo dentro de tu alma
y tú ves dentro de la mía,
si te lleno y tú me llenas,
si soy de tus ojos cautivo
y no del armario
en que nos quieren encerrar.
Qué les importará a ellos
que mi fuego prenda con tu chispa
y no lo haga con ninguna más.
Que no entienden del amor
que no tiene forma, orden, ni color,
que de mí el dueño soy yo
y no ajenas decisiones
cercenando la libertad
que me da el hecho de ser hombre.
Qué les importará a ellos
que no ame a una mujer,
pensé llorando desde el suelo
mientras de rojo
pintaba mi sangre el asfalto
y los cardenales se fraguaban
en mi piel.
Qué les importará a ellos
que yo sea dueño del amor que siento
y del futuro que no me permiten tener;
si yo solo quiero ser,
ser contigo,
si solo quiero sentir, volar,
vivir, amar…
Cae al suelo mi último suspiro
mientras débil late el corazón
que te siente lejos
bajo esta tormenta incesante,
inclemente lluvia de golpes,
veneno en la botella
que no elegí tomar,
y me condenan
sin llegar a comprender
qué les importará a ellos
que yo quiera libertad.
Del diario de Ulises Morgal.



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