todavía soy un milagro
me digo
en cada sorbo de café
cuyo calor
aflora en mi garganta
la esperanza
todavía soy un milagro
una montaña
acariciando con la punta de la lengua el ombligo del cielo
hasta provocar el estallido de agua alada
capaz de calmar cualquier sed
todavía soy un milagro
por el que encuentra entre mis palmeras
su paraíso
lo soy
me digo
al acabarse el café
dejando sobre mis labios
el rastro amargo de lo que fue dulce

Muy sexy y hermoso. Me encanta!
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡ Sensible entrada ! Dile a la protagonista…que suelte; que deje ir. Tiene tanto para dar… Un cálido saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
me encanta la comparativa con la existencia y el cafe.
Me gustaLe gusta a 2 personas