Inhalo vivencias
y exhalo recuerdos
que se dispersan
en el ambiente,
algunos de ellos
viajan movidos
por el viento
hacia un destino
incierto.
Vivo anhelando
que ocasionalmente
alguno de ellos
regrese a mí,
con el ánimo
de poder apreciar
las alteraciones
en su forma
y en su contenido,
desesperado por saber
cuánto he cambiado yo.