Tú, la llave de mi lluvia
(tú, mi lluvia).
Tú, el valle de mi lluvia
(tú, mi valle).
Tú, la llave que en mí llevo
y a ti lleva.
Tú, mi valle,
mi llave, mi lluvia,
no te valles.
Tú, la yema de mis dedos,
(tú, mi yema).
Tú, la llama de mis millas
y mis mayos;
¿no te oyes en mis huellas?,
¿no me oyes, que me huyes?,
¿no me oyes
que me humillo y te pido:
no te valles?
Tú, mi baya, mi bellota, mi avellana
más rellena, no me ates más a llanos,
no me ayunes, no te valles.
No mezquines tus esquinas,
ni tus centros, ni tus antros,
no te podes,
no te impidas ni me impidas,
no te valles.
Y te pido,
no te valles,
bayoneta de mis metas;
y te pido,
no te valles,
mayorazgo en mis hallazgos.
Mi belleza y mi bullicio,
mi belleza
más vellosa,
no te valles,
que me bulles.
No te vayas.
No
te valles.
Diego Mattarucco
diegomattarucco.com
Leer sus escritos
Es un juego de palabras que raya a veces en la cacofonía
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me gustó mucho como asociaste las palabras para hacer una rima que bien suena y bien significa.
Me gustaLe gusta a 1 persona