Historia de un deicidio

El coronel Aureliano Buendía apartó de un manotazo la manta que le cubría hasta la cintura dejando a la vista el dolor fantasma de sus muñones.

Gabriel, maldito por el remordimiento, abandonó el ángulo de la habitación en el que permaneciera y avanzó, encogido, hacia el militar. Éste, al sentirlo, lo encañonó con la mirada. Mario, desde su escritorio, observaba divertido. A Gabriel, que estaba clavado en el sitio, le ardió en la piel el fuego de su sonrisa burlona.

—¿Puedo servirle en algo, coronel?— preguntó Mario por encima del hombro de Gabriel.

—Sí— respondió Aureliano Buendía masticando las palabras—. Escríbame un par de piernas y máteme a ese cabrón.

David Pulido Suárez
@davidps81
Leer sus escritos

2 respuestas a “Historia de un deicidio”

  1. Rápido y cortante. ¡Eso sí que es «escribir una buena cuchillada»! Gran capacidad de síntesis.

    Le gusta a 1 persona

    1. Muchas gracias, Fabio🙂

      Le gusta a 2 personas

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas