Podría reinventar mil formas de llamarte hogar.
Cuando cuentas mis lunares.
Cuando acaricias los rincones de mi cuerpo.
Cuando llenas los silencios con tu risa.
Cuando memorizas mis pecas.
Cuando lloras de alegría
y te desnudas de pena.
Cuando hundes tus dedos en mi pelo.
Cuando cubres mis heridas con palabras.
Cuando lees las intenciones en mis ojos.
Cuando me desarmas en plena guerra.
Cuando sueñas en voz alta
y amas en silencio.
Cuando divides mi dolor a la mitad.
Cuando multiplicas los poemas.
Cuando me pierdo y me encuentras.
Cuando salto al vacío
y me esperas abajo.
Cómo no vas a ser casa, amor,
si conoces mis fantasmas,
y aun así, te quedas.
Irene Chiquero
@nenescritos
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