En sino de uno, unido uno.
De sino en todo, unido ser.
De hado en uno y de hado en todo
unidos sones de entero ser.
En entidades de todo estado
e identidades de todo ser,
en ensenadas, encinas y hadas,
aunados hados de entero ser.
¿Anonadado?
No hay hados idos.
¿Anonadado?
No hay ido ser.
De base unida vas anudado,
vas anidado en unido ser.
¿Ensimismado?
En sí hay sí mismo;
unido mismo de entero ser.
¿Te has enterado?
Tu entero es dado por ti y por todo,
tu entero es ser.
En lo que ha sido enloquecido o anquilosado,
en tu quehacer,
en lo que queda y en lo que viene de vano y bueno,
unido ser.
En hendiduras y honduras todas, en duras horas,
en dar y en ser;
entero uno unido a darse, unido a verse,
unido a ser.
¿Retardas darte?
No hay tarde en darte.
Tu ser es darte y no hay tarde en ser.
En dar el arte es verterte al verte,
es andar y andarte y al ahondarte ser.
¿No te has hallado,
te ves fallido,
ves abollado y vallado el ser?
Será tu orgullo llegar de llagas en ti a tu llama
y agallas ser.
Censar raíces,
razones,
sueños;
ceñirse a señas de sueño en ser.
Ración reacia y ración risueña censarse en señas,
censarse ser.
Censar qué suena,
censar qué es uno;
sanear sonidos de cieno en ser.
Aunar sonidos que en sí resuenen,
unir resina de uno
y ser.
Diego Mattarucco
diegomattarucco.com
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