Ávida seguidora de atolondramientos
usa tu perspicacia para quedarte inmóvil
acalambrándote por tanto esperar
a que las cosas muten ante su propia resistencia.
El mundo no se detiene
a pesar de permanecer estática tu resiliencia
tus avistamientos han de conservarse
tal cual como desees que se recuerden.
Eso no quiere decir que no pueda modificarse
la voluntad intrínseca a tu paciencia,
sigue soñando con un páramo de estrellas fugaces
lluvia de meteoritos en forma de ilusiones,
tenues luces brillantes en busca de conquistas
temporales, intrascendentes, ingenuas.
¿Dónde ha de hallar tu convicción
pruebas suficientes como para encarcelar
el vertiginoso libertinaje
correspondiente a la inmolación de tu impronta?