No sé cómo tomarme en serio la vida
ni cómo devolver un abrazo con una palabra,
ni medir distancias,
ni encontrar continuidad en la alegría.
Somos las cosas rotas que dejaron los que huyeron,
los mismos que reposan la soledad en una hamaca.
Los que no murieron trabajando y se quejan de la vida que les queda,
los que aún no aprenden a hacer cuentas regresivas.
Si hubiera nacido diez años antes de nacer,
habría entendido de la esclavitud,
de cadenas rotas,
y habría sabido desde siempre que solo hay pérdida en el libertinaje.
Si hubiera nacido diez años después de nacer,
nunca habría fumado,
ni habría acumulado tantas botellas de cerveza vacías en la cocina,
y quizás habría aprendido a viajar a todas partes sin abandonar mi casa.
Soy quien nació diez años tarde y diez años antes.
Por eso al final soy una extranjera del tiempo.
Soy el principio de las cosas que tendrán sentido,
soy el miedo atemporal a la guerra,
soy el racismo y el sexismo,
y el golpe que desencaja la puerta.

Lina M. Betancourt
linabetancourt.com
Leer sus escritos
Profundo y reflexivo poema. Los años pesan a medida que pasan.
Excelente escrito. Felicidades.
Me gustaLe gusta a 1 persona