Se termina el otoño, se termina el otoño
y yo dejaré de entender
lo poco que entiendo
de poesía.
Sé que las flores que tanto amo
se marchitan en octubre,
y lo sé mientras me dejo hipnotizar
por el color quemado de las hojas secas,
pensando
«casi no duele» mientras duele
y es bello.
La calma del otoño cuando deja ir
sabiendo que solo pueden secarse las flores que sí existieron
y que solo pueden existir otras flores
si las de ahora se marchitan
es lo único que lo distingue de los incendios.
La calma del otoño
es idéntica a la furia de la tinta.
Y lo poco que entiendo de poesía
es que amo al otoño
porque antes del otoño tuvo que haber un verano
y cien primaveras.
Escribo y es noviembre y sé
que poesía es toda la vida que ocurre antes de escribirla:
casi no duele mientras duele.
(Siempre es octubre)

Emma Calderón
@emmaland_m
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