Naciste agua y sangre
del agua que da vida
calmándome una sed
que yo no conocía.
Naciste entre los besos
de bocas ya saciadas
solo por ver de fiesta
los labios de mi alma.
Naciste a mi trasluz
haciéndote destello,
marcando para siempre
mi mundo todo entero.
Naciste para ser
el astro de mis días;
los tiempos se pararon
y comenzó la vida.
Naciste olor, instinto
envuelto en una nana;
tu piel se hizo azúcar
para que te abrazara.
Naciste en mi mirada
robándome el deseo,
rompiéndome en pedazos,
creándome de nuevo.
Naciste y naces siempre
que mi pulmón respira,
pedazo de mi carne,
la rueda de mis días.
Naciste tú, origen,
cosiendo yo tus alas,
pariendo mil historias
que quieren ser contadas.
Naciste en la poesía
que te proclama verso;
Nacimos por rimar
lo mucho que te quiero.

Ana InVerso
versoinverso
Leer sus escritos
Deja una respuesta