Si el beso no va a tu boca,
habrá que atravesar campos,
pisando fuerte para espantar los bichos
que se ocultan debajo de los pastos.
Anhelo tu tacto sobre mi piel,
aquella forma de verme,
aquellas palabras cercanas,
sin que las distorsione el ruido de las interferencias.
¿Cuántos caminos habrá que tomar
para llegar a tu encuentro?
¿Cuántos pasos me faltan
para hacerme un nido en tu pelo?
Tal vez sea cuestión de tiempo
para que los abismos sean uno,
pero los percibo lejanos,
incluso cuando por fin puedo tomar tu mano.
Me he colado al vuelo de la golondrina,
me he sumado al coro de los grillos
que cantan una serenata a tu ausencia,
y aunque no puedas escucharme,
mi añoranza canta esperando tu venida.
Temo por el instante que precede el final,
después de vernos a penas,
y justo antes de marchar.
Ojalá fuera suficiente con quererte,
ojalá no hubiera un lugar que no habitáramos juntos.
Como en un ritual de lluvia,
hago sonar los tambores
que llaman a tu boca,
y así salvar la distancia
en el beso que tanto he ansiado,
y que sea consuelo a este corazón desdichado.
Andrés Torres Acuña
@andy.acunha
Leer sus escritos
Carolina Palacio Ramírez
@carolinapalacioramirez
Leer sus escritos
¡Hermoso!
Me gustaLe gusta a 1 persona