Brota del hecho de la violencia
una prímula que a la primavera
premura el paso.
Tendida bajo el melancólico llanto
de nuevo hacia la tierra se estira
no alcanzando la luz que emana la vida.
Otra prímula despierta del sueño,
levanta pétalos violáceos en su auxilio,
abarca con su tallo las desconocidas hojas
—el invierno las abandonó en su germinar—
Llueve el dolor en sus yemas
enfrentándose unidas a la nieve,
al frío, a las tinieblas del recuerdo-olvido.
Una nueva estación comienza en la floresta.
Ya no habitan ramilletes nacidos del odio
—solo del finito mundo las salvó el Amor—
Isabel Jiménez Rodríguez
@isamyths
Leer sus escritos
Me encanta, escribe genial. Es poesía pura.
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