Dejaré que las flores te cuenten la primavera
si primero me cuentas de ti.
Quiero saber quién eres cuando nadie te mira,
cuando tu belleza, escudo innecesario,
se disuelve como el detergente en la ropa
y no necesitas de artificios
que te hagan sentir a salvo
de miradas indiscretas,
incómodas por su duración y su lascivia.
Quiero saber si todavía duermes
abrazada a un osito de peluche,
o si ya te has hecho mayor,
si aún miras a los ojos a los monstruos,
si les dejas seguir vivos en tu armario
o si ya les llegó el desahucio
como tu forma de reivindicación.
Quiero saber de tus sueños en las noches frías,
cuando la lluvia repiquetea en los cristales
y la nostalgia
de un mañana conmigo
no te deja dormir.
Quiero que me cuentes de tu nombre y de los nombres
que muchos otros te han llamado
con sus buenas intenciones,
aunque también puedes contarme las peores,
que yo esta noche te escucharé,
aunque sean las flores las que te abracen,
aunque sean ellas las que te cuenten la primavera
desde que me fui en la noche que grita.
Y aunque odie desde el cielo
no tenerte entre mis brazos,
dejaré que te abracen las flores
y me acerquen tu perfume.
Y que ellas me cuenten de ti, hija,
cuando nos cuenten la primavera.

Enrique Morte
@enrique.morte_poesia
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