Al bosque lo sé
como si me hubiera ahogado en el mar,
al bosque voy a llorar como si orara

y acaricio al recuerdo acongojado
quitando antes todo el ruido de mis dedos
que aquel rincón de mí que siempre es triste
duerme y sueña
los sueños más hermosos;

siento al bosque llorar junto conmigo.

Le sonrío.
Jamás supe ser feliz sin estar triste.

Le sonrío.
Es este instante un suave espejo.
Susurra el rumor frondoso
mi nombre por todo su sigilo.
Estoy aquí mirándome a los ojos.
Nunca había sido el mundo así de cierto.

Hay una belleza imprescindible
que tan solo se percibe con las grietas
como luciérnagas siendo las del día,
pero de noche.

Qué terrible es esta dicha que conozco
que me parte el corazón de tan radiante.
No es dolor el dolor de dentro mío
es que sé que soy rehén de la memoria
que es glaciar y después no será nada.

Le sonrío.
No es mentira el sonreír de mi tristeza.

Le sonrío.
Al bosque voy a llorar aunque no llore
aunque solo yo sepa lo que guardo;
yo me he ahogado en el mar, pero no he muerto
y es tan tierno este sitio de descanso
donde duerme, donde sueña
dulcemente
aquel rincón de mí que soy yo misma.

(Le sonrío como se llora de alegría)

Emma Calderón
@emmaland_m
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