los rostros desfigurados de cada lunes
de cada miércoles
de cada asiento contiguo en el metro
de cada café humeante en la oficina
de cada: ¡hola, cuánto tiempo sin verte!
inevitablemente se apagan
ineludiblemente se hunden
irremediablemente se mueren
¿a dónde vais caritas tristes cuando mis ojos os apartan y ya apenas sois recuerdo?
¿os deconstruís a un semblante de paz sin máscara o el sufrimiento os atrapa al abrigo de vuestras casas?
los rostros desfigurados de cada martes
de cada jueves
se parecen al del espejo que se cepilla ahora el cabello,
que se cepilla ahora los dientes
que finge que está aquí
pero que ya mismito vuela, que está volando entre las nubes para huir,
lejos, muy lejos
de los rostros desfigurados
de cada viernes
de cada sábado
de cada domingo que
por mucho que duelan
no volverán a vivirse de nuevo.

Laura Carrillo Palacios
@laia_bonheur
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