¿Saben de qué está hecha una flecha?
Hay algo de puntiagudo,
unas alas detrás.
¿El objetivo?
No tiene nombre,
quizá solo existe cuando
es nombrado.
Existe cuando se apunta.
Se apunta al(el) nombre.
–Hay algo de tinta, entonces–.
¿Y cómo se descubre?
¿Qué cielo hay que abrir?
¿Qué viento rasgar?
La cuerda se tensa.
El arco y su curva.
Pero el entrecejo de la mirada
sin curso.
El anhelo del
adverbio donde
se cumple,
pero siempre
en su modo interrogativo.
A veces –perdí la cuenta–
solo es esta piel
y una flecha sin punta.

Celic Rosas
@celic.rosas
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