El nombre secreto

Durante años mi nombre 
fue piedra en la lengua,
mientras yo callaba:
una losa no elegida.

Cosido al cuerpo.
Carente de significado.
Únicamente
con expectativas.

         —Jamás con prerrogativas—.

Uno que hicieron tragar
a pesar de las arcadas.
Pero tenía otro
esófago abajo.

Uno que escribía
suavemente
en sueños
y servilletas,
en las paredes 
del baño.

Más real, 
más propio,
que sobresalía
en el vaho 
de los espejos,
despacio

Secreto paciente,
ardiendo por nacer.

Por fin, 

         —ahí entendí la Biblia—.

la palabra se hizo carne
susurrada en el viento.

El aire cambió.
Y los árboles aprendieron
a pronunciar sin errores.

Y la luna no preguntó.
Me abrazó cual hija;
de repente, reconocida.

Lo repito cual conjuro
que me fuerza a existir.
Y mi piel florece
sin aviso previo.

Sin perdón, 
ni exactitud.

Mi escudo,
mi camino;
uno del que no me salgo
ni pido permiso.

carlos vera escritor poeta

Carlos Vera
Blog de Carlos
Leer sus escritos

Una respuesta a “El nombre secreto”

  1. ME ENCANTA PERO SOBRE TODO MUY NECESARIO EN ESTOS TIEMPOS TAN OSCUROS

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Búsqueda avanzada

Entradas relacionadas