Quizá te ha quedado grande mi corazón,
tal vez se nos ha hecho tarde para el amor.
Perdimos la pasión que corría por las venas,
dejamos que se estancara y de a poco se saliera
por el agujero inmenso que se tragó los besos
que unas vez despertaron nuestros dulces sueños.
Te encerraste en tu mundo y me dejaste fuera
donde el frío congeló mi alma y la enmudeció
creí poder calentarla con un abrazo tuyo,
pero nunca llegaste para reparar tu error
y me quedé atrás, helada, casi muerta
aguardando a tu sombra que nunca volvió..
Ahora entiendo que no tiene caso seguir
empujando una montaña que no se mueve,
porque tu orgullo puede más que la ilusión
que tengo aún de poder retenerte
y que seamos de nuevo los amantes de antaño
que daban todo sin esperar a cambio.