Tras hacer el amor con otra
ella te dedica una sonrisa,
esa que nunca se apagará
Y pierdes la noción que abrigabas del nosotras
Comprende su anhelo, su albedrío,
sé paciente con su sed de pieles,
con su filosofía de no acariciarte
Piensas si, siendo infante, se sintió tan desprotegida
Que hoy, pudiendo regodearse en
la mermelada dulce de nuestra boca,
sabor a sandía del ignoto orgasmo
Hoy desaparece silente, acorazada
marcando la pauta que le debemos
las que ansiamos enamorarla plena
Hoy huye hasta de sí, jugando al vaivén hiriente que bautizó como libertad.
Por: Antinomia (España)
facebook.com/ctei1984
Únete a nuestras redes:




Replica a Escrito de la Semana (edición 29) – Letras & Poesía Cancelar la respuesta