El alien que hemos creado tiene nombre y se llama Estado.
Estado del bienestar,
estado del whatssap,
estado de poder
querer romper la libertad
de quienes ahondan en la razón,
con dosis de corazón.
El alien que hemos creado se llama dinero.
¿Cómo ese papel puede determinar mi posición en el planeta?
Sin ser yo mejor que nadie,
puedo estar mejor que nadie.
Sin ser yo ninguna mente privilegiada,
puedo ostentar a lo mejor,
pero sin ser yo peor que nadie,
puedo vivir (o al menos sobrevivir)
las peores condiciones
«humanas», dicen.
El alien que hemos creado se llama humano
y está hambriento de poder,
de fama, de riqueza…
de soledad.
Sin tener más culpa que nadie
el dinero atrae a la madre naturaleza
el vacío existencial
llamado
individualismo.
El alien que hemos creado,
el telediario informa,
se dirige a su mayor auge.
Modernidad.