Vivo entre la frontera de la libertad y el precipicio
congelado entre instantes
como dos amantes sin amor.
Guardo fuerzas por si tuviera que huir
ya no me quedan sueños por soñar
me queda mucha risa por reír.
Vivo entre vidas que no elegimos
casas derrumbadas por el abismo
tan solo contagian tristeza
al menos me queda el refugio de mi esperanza.
Escribir este diario me atormenta
manchado de pisadas y de sangre
de valientes y de cobardes
de alma y verdad.
Vivo entre lágrimas que bebo
desecho mi presente
echo tanto de menos la suerte
echo tanto de menos la paz.
Vivo entre la música de los ecos de las balas
entre el hueco del enigma y la ignorancia
entre los pasos prohibidos se desatan.
No recordar que es la felicidad
es la peor herida de esta guerra.
Vivo entre creencias y rezos
mi religión y mi credo
mi fe y mi lamento.
Por: Raúl Zambrano (España)
deunalmaotra.es
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muy reflexiva la poesía y tiene razón el refugiado aquel sin patria y en busca de una nueva esperanza
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