Entre calles de Madrid,
alzo la vista al cielo,
observando,
un enratado de ramas vacías.
No recuerdo,
tu recuerdo.
Ni mis recuerdos.
Ni tu voz.
Ni tu olor.
Ni tus ojos.
Ni tus labios.
Lo borré todo,
a base de alcohol.
Llenando bañeras de lágrimas.
Mientras me ahogaba en ellas.
Entre lánguidos gemidos agónicos.
No recuerdo,
y,
a veces,
me gustaría recordar,
recordándote
Un comentario en “Recordar, recordándote”