Un día,
sin más,
me negué,
a que siguiese lloviendo,
sobre mi corazón,
y trasladé,
las sutiles lágrimas,
caídas desde mis ojos,
sobre los pétalos,
de las flores,
que hoy,
adornan,
parte,
de mi jardín.

Un día,
sin más,
me negué,
a que siguiese lloviendo,
sobre mi corazón,
y trasladé,
las sutiles lágrimas,
caídas desde mis ojos,
sobre los pétalos,
de las flores,
que hoy,
adornan,
parte,
de mi jardín.
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