Tengo el corazón de relleno
porque ya no puedo llegar a sentir nada
desde hace mucho tiempo.
Con complejo de porcelana, lo rompo cada dos por tres
como si yo tuviera la capacidad suficiente de poder respirar
sin ti,
sin mí.
He sentido que cada palpitación era un bombardeo constante,
y he sentido de mi interior,
una guerra financiada por los 365 días del año.
He tropezado con mis sentimientos,
me he sepultado en el olvido
y me he quedado encallada
en medio de mi orgullo.
Yo esto nunca lo entendí bien.
Creí amar
cuando lo único que realmente es
tener balas con horas a descuento
que explotan cuando creen que el amor ya no debe seguir.
Quizá te paraliza hasta el espejo del alma
y puedas pensar: Nunca sentiré nada
porque hace tanto tiempo que palpitó el complejo
rompiéndose en mil trozos –es el número exacto
que a cada instante rompe– con todo el sentimiento
la constante olvidada de las capacidades.
Contigo sí se siente el sentido de los versos
conmigo y cada rima encalla y vuela después
al lugar concretado donde la luz palpita
y los finales nacen sin orgullos ni miedos
cuando evidentemente ya comprendes que amas
del interior prensado hasta el exterior sentido.
Como un calambre extraño de plata y oro al breve
tropiezo con descuento de tus ojos que miran
la financiada capa y la única relevada
en las horas precisas de ola sin ti y sin mí
te afirmo en el amor en el que creo y sigue
en medio de este trance algo verdoso y vendado.
Me gustaMe gusta