«Me quedo.
Me quedo para sustituir
las cosas buenas que se marchan
y evitar así el desequilibrio emocional.
Me marcho.
Me marcho para huir
de las cosas malas que se quedan
y evitar así el desequilibrio emocional.
Porque de tanto viaje
al final todos llevamos alguna emoción
mareada en la maleta.
Algunas incluso temen ponerse en pie de nuevo y caerse.
Por eso las ocultamos
y fingimos ser valientes
antes de aceptar que los vaivenes
les han venido grandes
a estos corazones pequeños
que están a punto de caerse.
Cuando realmente solo necesitamos
deshacer las maletas
y encontrar un lugar
al que poder llamarlo hogar».



Deja un comentario