Observo cada ola en un vaivén indescifrable
Pienso en ti y te veo en ese mar, sin que estés ahí.
Dentro de mí siento el ansia incesante de vernos juntos crecer
Pero como este mar,
Es impredecible cada movimiento que el tiempo nos devele.
Y es tan inmenso, tan profundo, tan apacible
Que no dudo ni un momento que mi amor
El que tú sembraste y yo cuidé;
Se le parece a él.
Aunque aquí no estés
Mis ojos, como el mar
Flirtean con el atardecer,
Mientras en mis recuerdos estás.
Me reconcilio con tu imagen,
Como lo hace el mar entre la tierra y el cielo.
Observo las piedras,
Y descubro que este sentimiento
No es más que la espera misma del mar sobre mis pies,
De ti sobre mi piel.
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