Te he dedicado tanto de mí…
Mi tiempo.
Mi esencia.
Mi cuerpo.
Mi amor.
No lo hice esperando que me entregaras eso o más a mí, aunque miento si digo que no me hubiese encantado, ¡vaya que sí me hubiese encantado!
Pero ¿sabes? Te perdono.
Te perdono porque es cierto, no es por defenderte, pero es que nadie da lo que no tiene. No tenías manera de corresponderme, y eso está bien. Te entiendo.
Sin embargo, ahora ¿cómo me hago? Me he quedado vacía en busca de llenarte a ti. Pensé que podría, de verdad pensé que podría y, aun así,
Lo mejor de mí, no fue suficiente para ti.
Todo mi yo no alcanzó para llenar ese vacío abismal de millones de años luz.
De todo corazón, espero que ella sí pueda.
A fin de cuentas, la vida nos regala a alguien, que sin buscarlo, comienza a llenar ese vacío. ¡Hermoso!
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Esa es la esperanza de todos nosotros. ¡Gracias!
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Siempre hay una oportunidad de encontrar la persona indicada y a veces, sin buscarla. Muy bueno tu poema.
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Es lo que me repito cada día. ¡Gracias!
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Muy bueno! Saludos paisana!
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¡Gracias por leer!
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Gracias a ti, escribes muy bien! 👏👏
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Es un poema potente para el que se va, y un salvavidas para quien se ahoga en libertad.
Saludos desde Bogotá.
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Trato de que sea una salida de escape a este remolino de pensamientos. ¡Gracias por leer!
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