1 minuto

El valor de una tostada

Dos euros no pagas solo por una tostada;

dos euros por saborearla con el sol

alimentando tu estómago

y tu mirada.

 

Dos euros por la fortuna

de tener la posibilidad de poder pagarla,

unas manos para agarrarla y

un paladar activo para degustarla

(gracias a quienes hicieron arte de la necesidad).

 

Dos euros por tratar de llenar el vacío

que deja la noticia de que otra mujer ha desaparecido;

este bar veraniego

está repleto de frío.

 

Dos euros pagas

para digerir con más facilidad

que cuando le dices “adiós” a tu amiga o hermana,

nadie te asegura que no sea el último.

 

Dos euros por disfrutar de la compañía,

no importa si la tuya o la propia mía,

pero sintiendo en mi alma a la feliz primavera.

 

Así que, por favor,

la próxima vez que pagues una tostada,

no pienses en su precio, sino en su valor:

esto es como las edades,

que no importan los números,

sino los corazones

y su interior.

 

Escúchame,

cuando comas una tostada,

acuérdate de mí y del campesino

que el tomate plantó,

y de esas olivitas que parecen ojos

y que producen un aceite que el pan viste de oro.

 

Que aproveche [la vida].

 

4 respuestas a “El valor de una tostada”

  1. Muy original!!
    Y bonito.
    Un abrazo.

    Le gusta a 2 personas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Entradas relacionadas

A %d blogueros les gusta esto: