¿Qué si no eres lo que se espera?,
no lo seas, no te rindas a la voz de otro,
no contemples arte y poesía donde hay ironía,
no concedas poder a máscaras y disfraces,
no dudarán, como arma lo usarán.
No sucumbas a caprichos de un tercero,
si has de hacer una locura, que sea tu locura,
reconócete valiente por encarar en altamar,
que jugaste en desventaja, te reprochas,
que la cosecha no dio frutos; ¿y?
¿Renuncias a encarar batallas?
No lo olvides, en ellas trasciendes,
no proyectes demasiado, enfrenta, reta,
¡concéntrate! aprieta puños, endereza espalda,
levanta tu cara, abre tus ojos, mira de frente,
no des paso atrás, nunca des un paso atrás;
crécete ante el castigo, ¡sorprende!
de cada afán se aprende.
Sé consciente, firme de quién eres,
no seas ajeno a ti, resiste a la ficción,
vislumbra, analiza e interpreta la ilusión,
estructura tu defensa, elige al fiel batallón;
dale mérito a la visión, pero sobre todo,
escucha y confía en tu intuición.
Deja una respuesta