Para ignorar los mensajes uno debe, antes que nada, tener gente que le escriba, además de ser bueno ignorando en otras áreas y, específicamente, ignorando emociones.
Al principio resulta complicado, pero luego de un tiempo solo se vuelve difícil. El ignorador (o ignorante, ignoro cual sea la forma adecuada de llamarle) es un experto en dominarse, controlar los puntos y los signos es la clave para llevar a cabo este ejercicio.
Olvídese de la gente que ama, nadie soporta que le ignoren. Peor aún si lo hace por WhatsApp o Messenger, o alguna otra de esas horribles aplicaciones que lo único que han hecho es malacostumbrarnos a la inmediatez. Resígnese a morir solo (las relaciones personales únicamente se pueden solicitar por escrito y a distancia), usted tendrá amigos a medias, parejas a medias, conocidos desconocidos, puesto que usted no está completo.
Asúmase como alguien no real, o al menos no plenamente real. Ignorar es un cuestionamiento a la existencia, e ignorar lo que los demás nos dicen es todavía más contundente; cuando se pasa mucho tiempo sin que nadie sepa de alguien, entonces se comienza a olvidar, y a olvidar, hasta que ese alguien sólo sobrevive en vestigios y retazos de memoria.
Cuando se ignora se debe ser muy cuidadoso. El material para ignorar es limitado, así que es posible que una vez por año, usted tenga que atraer la atención de dos o tres personas, engatusarlas, acostumbrarlas a su nombre y a su letra y, justo cuando ellas y usted crean que son casi indispensables para la vida del otro, ignorarlas, no por maldad o por gozo, sino simplemente porque se encuentra muy comprometido con esto.
El paso final para ignorar los mensajes (y la gente, y las emociones, éste es el paso final de casi todas las instrucciones de ese tipo) es aceptar que ignorar es una de las formas más radicales que existen para negarnos a nosotros mismos.
Advertencia: si usted se arrepiente y deja inconcluso el proceso, deseando retomar su vida como era antes de que aprendiera a ignorar, no se sorprenda de una cosa: que la gente le ignore.
Eres muy joven, Óscar, estás aún a tiempo de esperar, pero yo te diría de entrada que te centres en lo posible no en lo imposible.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Supongo que tienes razón, gracias por el consejo, compañero. Y gracias también por leer.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Tienes mucho talento. Escribir como tú lo haces a tu edad es señal de talento verdadero. Yo no soy nadie para dar consejos a ninguna persona. Vive la vida como si no hubiera un mañana, centrándote en el presente. El pasado y el futuro existen en el presente, son sólo una ilusión.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Genial. Muchas gracias y hasta pronto.
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡Gracias a ti! Te envío un afectuoso saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
El mundo necesita mucha gente como tú, se nota que eres una bellísima persona.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias. Gracias, en serio. En verdad me anima mucho lo que dices. ¡Un saludo desde México!
Me gustaLe gusta a 2 personas
Óscar…¿me dejas rebloguearlo desde mi blog http://www.eclecticomania.com con un enlace a tu web y tu nombre en la entrada? Es que me parece genial.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Disculpa que recién vea el mensaje, veo que lo has hecho y me siento muy halagado, en verdad. 😀
¡Muchísimas gracias! Te mando un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona