No hay hombro más cómodo
Ni mejor abrazo
Ni cómplice más leal
Ni mejor refugio
Ni consejero más sabio
Ni mejor testigo
Ni juez más benévolo
Ni mejor confidente
Ni mejor arma de combate
Que mi almohada.
Un homenaje a ti, héroe emplumado
Que soportas el peso de mis pesadillas al dormir
El ruido de mis pensamientos al despertar
Y la sal de mis lágrimas al llorar.
me ha encantado tu poema gracias por compartir
Me gustaLe gusta a 1 persona