Las arenas del albero gijonés están revueltas. Rechinan los dientes de los taurófilos locales, los de mayor edad juramentan llevándose las manos a las calvas relucientes o a las plateadas melenas, mientras sus vástagos, los “cayetanos”1 de jersey al morrillo, camisa nueva rayada o de alegre color, pantalón chino y náuticos de piel de “perro flauta”2, se encomiendan al santísimo Santiago del gran habano y al fiero diestro de la inmensa patilla, ante esta imperdonable ofensa del inmundo contubernio de rojos, animalistas, bablistas3, feministas y veganos locales. ¿Qué será de nosotros sin esta entrañable tradición, tan asturiana, tan propia de nuestros verdes montañas y valles, de cabrear y matar a las bestias cornudas, tan épicamente bautizadas? Son estos cuernos, y no los de otra clase, los que construyen una sociedad como tiene que ser, con intachable moral y firmes cimientos.
¿Qué pretexto buscarán tantos nobles varones y hermosas damiselas, para colocarse el clavel reventón en el ojal o en el moño y colorear el tendido con el inmaculado flamear de sus pañuelos? ¿Quién podrá meterse en la boca, a partir de ahora, un enhiesto habano de medio metro? ¿Cómo superaremos la tristeza de esas tardes de agosto sin el desfile, impasible el ademán, de la “beautiful people” gijonesa, y la posterior aparición, en la gran puerta del coso, al paso alegre de la paz, del triunfante matador, caballero sobre un bípedo vociferante y acalorado?
Pero no sufráis, hombres y mujeres de rancia casta, no vais a dejar que el nubarrón marxista espante vuestra risueña primavera y, más pronto que tarde, brillarán los luceros anticipando el nuevo amanecer de la Fiesta, porque en los clubes de maderas enceradas y en los locales de las peñas taurinas se movilizan las escuadras de honrados aficionados y aficionadas, prestos a dar la batalla a tantos orcos rencorosos, con el auxilio de algunos toreros intelectuales, esos que en sus dehesas leen a Hemingway al cobijo de un olivo milenario, o derriten encajes y mantillas con la certera estocada de sus versos escritos en rojo sobre piel adolescente.
Quousque tandem abutere, Alcaldesa4, patientia nostra? Esta imperdonable ofensa ha de costarte el sillón consistorial, y un haz de rayos de un nuevo sol, fundirá en gotas de sangre los lentes que ocultan tu rostro. Amarillo y rojo, como nuestra amada enseña, resumen de nuestro ser y las más puras esencias patrias.
- En España, últimamente se llaman “cayetanos” a los jóvenes de ideas conservadoras, generalmente afines o simpatizantes del Partido Popular o de Vox
- Término muy popular entre la derecha española, para designar a las personas de ideología contraria al vigente sistema político y social.
- Partidarios de establecer la lengua (o dialecto, según algunos) asturiana como idioma oficial en esta región.
- https://www.europapress.es/nacional/noticia-gijon-prohibe-corridas-toros-criticar-alcaldesa-bauticen-reses-feminista-nigeriano-20210818193537.html
Rubén Álvarez Vázquez
fabriziodisalina.wordpress.com
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