Tengo un sueño en la palma de la mano
como un pájaro, está a punto de izar las alas
y echar a volar.
Tiene la mirada puesta en el mar,
parece querer alcanzar el horizonte
bailar con él.
A veces parece que le conversa y el otro le da coba,
aún no consigo descifrar los mensajes de amor que se mandan,
estoy al margen
nada nuevo,
observando como el porvenir está llamando al timbre
pero esta vez nadie acude a atender.
No esperamos visita, ni tenemos nada para ofrecer en la mesa
seguimos siendo pobres, viviendo al día
pero soñadores
a contracorriente, que hoy el cielo anuncia tormenta
las nubes en sus puestos
y nosotros en el nuestro, a defender la retaguardia.
Que la poesía resiste en nuestras manos,
que albergamos vida en el alma
que no ocultamos la necesidad de amar
que ya desechamos la fatiga de sentirse amado
que no tenemos más que perder
que esperamos el día soleado del mañana
y la algarabía de las aguas amainadas.
Belén Vieyra Calderoni
belenvieyracalderoni.com
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