Debajo del cielo negro
de la enorme tierra,
puse la mano en mi barbilla,
la puse y sonreí.
Sola, como un atrio vacío
mis pantalones se ven siempre demasiado cortos,
mis zapatos se ven siempre demasiado sucios,
mi pelo demasiado noche,
mi lengua demasiado gruesa,
y la enorme tierra, demasiado oscura.
Soy beige y azul,
el banco es marrón,
las luces son tenues,
el mapa, demasiado negro.
Sola, con dos puertas,
dos pies;
no hay suficientes manos,
pero las pongo en la barbilla,
las pongo y sonrío.

Giselle LF
@glf.writes
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