Sigo cantando con un grillo en la cabeza
y vos escéptica a ser una cebra:
amarilla con diagonales azuladas.
Si tengo más de buzo que de submarino
y vos más de manzanilla que de termo.
Asgo la melodía quebrantada por el tiempo
y vos desvirgas los mechones ya manchados:
pinturas victimizadas de oleo escarlata.
Si mi voz no entiende el concepto de oda
y la tuya se derrite en contra de tu vista.
Abrazo el ulular de las caléndulas futuras
y tu vergüenza hacia la aversión de la cotidianidad:
sentirse tan culpable de penar tan libre.
Si tu muerte es tu metamorfosis de cebra a ruiseñor
y la mía al exprimir al bicho con mi encéfalo.
Y es así como concluyo:
vos te la pasás pintando las pinturas que querés pintar;
y yo me paso la vida cantando las canciones que quiero cantar.

David V. Morales
@davidvmorales
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