A Ucrania, que aún resiste
En la ciénaga chapotean,
desangrándose, albas palomas;
luciérnagas de nieve danzan
un vals de siniestra derrota.
Un soldado yace, de bruces,
con una amapola en su boca,
una guirnalda que la muerte
ha trenzado para su gloria.
Silencio pleno de presagios,
donde se esconden las esporas
de la guerra, de los caídos
juguetes , del niño que llora.

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