Vale poco esta promesa de a ratos,
Dos palmadas en la espalda no significan nada,
Y un espectro que te vio crecer puede quebrarte,
Resentirte e incluso hacerte querer desaparecer.
La casa es demasiado pequeña,
Para recuerdos que colindan entre sí,
Atiborrándose contra la insipidez
De mutuo acuerdo.
Ojalá pudiera dejar de quererme lejos de ti,
Ojalá pudieras dejar de alejarte,
Y ojalá no tuviera que pensar tanto en maneras
De no chocarme contigo de camino a la cocina.
No es como si pudiéramos dejar las cosas así,
Y pretender que no existimos en el mismo plano,
No es como si fuéramos intolerables,
A pesar de que a mucho no hacemos caso.
Tenemos ochocientas veinte charlas pendientes,
Una por cada día malogrado,
Me debes quinientas disculpas,
Y yo te debo la estabilidad de lo sano.
No quiero hacerte miserable,
Pero por favor tú deja de intentarlo.
Nos estamos quedando sin opciones,
Y ya no tolero que a lo dulce lo tornes agrio.

Carolina Palacio Ramírez
@carolinapalacioramirez
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