Tengo claro que nada tengo claro,
de sospechas se travisten mis dudas,
varias piezas le faltan a este puzzle,
¿Quién empieza un hogar por el tejado?
¿Una prueba? ¿Un error? ¿La duermevela
de un Demiurgo de insomnios aquejado?
Supernovas, cerezos, calaveras,
positrones, microbios… ¿Con qué fin?
Sin respuesta yo me pregunto: ¿y si
la respuesta es dejar de preguntar?
Las verdades son mentiras que aún
no tenemos forma de desmentir.
Porto encima un autógrafo que Dios
me firmara, poco antes de nacer,
un revólver sin balas y un «tal vez»
para cuando anochezca mi telón.
Resumiendo, si en algo hallo razón
es que un día tal noche llegará.
Y en su escarcha, nadie desdeñará,
por si acaso, abrigar una oración.

Antonio Ríos
@antoniorios.poesia
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