Lava la ropa la madre del hijo lejano
cuerpo encorvado, mirando sus manos moviéndose enérgicas,
sin dejar nada sucio
lavando como todos los viernes por la noche
sábado seco
domingo plancho.
Mira el hueco de la pared ya sin clavo
sin decoración
la pintura blanca toda descascarada
de humedad y lágrimas.
Piensa:
parecen olas.
Paradero a las 6:15
intenta llegar a tiempo.
Serpentea hasta el fondo
bolsa en la mano
dedos ansiosos
mi hijo me espera.
Camina rapidito
Ortiz, la madre
Ingresa.
El noticiero como un fondo robótico
acompaña en esta salita ya conocida
El hijo lejano, acompañado, aparece.
Frente a frente,
un abismo entre los dos
el ritual de cada domingo
la ropa calientita limpia y planchada.
Llega la despedida
el regreso a la humedad y lágrimas.
Sube al bus, cabizbaja
Ve sus manos arrugadas
Piensa:
parecen olas.

Andrea Crigna
@ukis_crigna
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