Despuntan verdes los recuerdos
en el alféizar del futuro,
se derrama del cántaro la paz,
el amor se aferra a las costillas.
La esperanza da la vida a una sonrisa
y el otoño ya comienza su hibernar,
se acerca el silencio hacia la puerta,
el cielo blanco amanece en la quietud.
El viento desconcierta tus cabellos
y alborota el curso de los días
pero siempre vuelve para enredarse
juguetón entre tus piernas.
Deja que alce un remolino
de hojas y esperanza
en cada uno de tus pasos,
demostrarte que con invisible fuerza
puede levantar tu falda
o empujarte hacia el abismo.
No te andes, lluvia triste, por las ramas,
que en mis ojos no te quiero vislumbrar
que los llevo llenos del calor de tu esperanza
y de un amor que se desborda del dosel.
Voy a traerte un beso que,
cansado de la lluvia,
puse a secar en la ventana,
que nos quiso convencer
de que nada es imposible
y que el tiempo nos susurra
mil canciones al oído
donde siempre riman consonantes
tus labios con mi sonrisa.

Enrique Morte
@enrique.morte_poesia
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Daniel Mustieles
@daniel.mustieles
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