Decidí vivir mi vida
a mi manera, a mi suerte.
Y eso implicaba tenerte.
Vivir lo que nadie vivirá por mí,
no renunciar a ser como quiero.
Asumir y llegar a aceptar
lo que nace de dentro.
Decidí vivir mi vida
a mi manera, a mi suerte;
lo que acarrea conocerte.
Sin traumas, sin ataduras,
sin pedir permiso, sin lamentos,
sin pretensiones ni expectativas,
sin resignación o remordimientos.
Decidí vivir mi vida
sin futuros, solo presentes,
ya que en la hora final
nadie estará conmigo
en mi lecho de muerte.
Ahora es el momento.

Carlos Vera
Blog de Carlos
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